EL futuro sucesor del BMW M3 (E92) será un coupé bajo denominación BMW M4. Aun así serán muchos los detractores de abandonar una nomenclatura que se ha ganado el nombre de leyenda. Pero BMW defenderá el cambio con argumentos que busquen el rendimiento de este BMW.
Ha cambiado mucho BMW M, no sabemos si para bien o para mal, muchas preguntas que debían de ser obligatorias en un modelo bajo dicho departamento ya no son tan obligatorios. El mercado se ha expandido hacia nueva forma de entender el automóvil, redefiniendo la deportividad a base de leyes anticontaminación más estrictas.
El BMW M4 luchará por ser el referente de su segmento. La clave para conseguirlo, no son avances que sonroje a la competencia, sino el rendimiento global del coche, como la reducción de peso a través del empleo de materiales compuestos y polímeros reforzados.
La fibra de carbono y los polímeros reforzados para BMW es un hecho de importancia. El fabricante hace una gran inversión en la investigación, desarrollo y producción de estos materiales a bajo coste, todo para encontrar un pilar fundamental que de continuidad a toda su gama, quitando la presencia de metales. Dicha fórmula ofrecerá dos beneficios. Permitirá mejorar el rendimiento reduciendo la masa desplazada y permitirá reducir consumos a través de la eliminación de peso.
El empleo de este tipo de materiales ligeros gracias a la nueva submarca i, le ha servido mucho a BMW para aprender. BMW aumentara el protagonismo de estos materiales en cuestión de tiempo. BMW M y BMW i serán las principales referencias de este nuevo aire por las ganas de reducir peso en sus coches.